miércoles, 10 de enero de 2018

Heladeria Castellón

Es el 2do día del challenge y la consigna es tan simple y genial que siento que voy a querer escribir más de una situación. 
"Escribí un fragmento de tu biografía y mentí en algunas cosas pero no digas en cuales"

Ahi voy:

El día que dije "esto no va más" fue un día liberador. Tenía 15 para 16 y me encontraba sola en la provincia de Córdoba. Solo es un decir porque había viajado con toda mi familia para ver a mis primas y a mis tíos. Ellos viven en Río IV desde que tengo memoria, pero se bien que todas mis primas (más chicas y más grandes que yo) son porteñas. Nunca supe bien los sucesos que hicieron que hoy vivan allá, menos aún podría ponerlos en una línea de tiempo.
Ese día estaba sola, habíamos ido al centro a pasear, comprar algo de ropa y más tarde tomar un helado. En ese momento todavía consumía derivados lácteos. No habiendo encontrado nada de mi agrado, decidí vagar sola por la peatonal. Hacía el calor característico de Enero. Los negocios estaban llenos, creando un ambiente de vacaciones mezclado con trabajo. Caminar sola por la peatonal me hacia sentir adulta, aunque iban a pasar muchos años hasta que eso fuera verdad. En ese momento no lo sabia. 
Lo que tiene el primer amor de secundaria es que te atraviesa con sentimientos y sensaciones nuevas, no vividas. Te crees que lo sabes todo pero todavía no sabes nada. En mi época no había donde buscar información sobre lo que me pasaba. Por suerte mamá me había dado algunos consejos. Recuerdo esa vez que me dejó plantada y yo lloraba en la ducha y mamá me dijo: "Yo no quiero meterme en tu vida, ni decirte que hacer. Me gustaría poder reemplazarte cada vez que estás mal y sufrir yo por vos, pero no puedo. Pero alguna vez te pusiste a pensar cuántos momentos pasas junto a él dividiéndote y riendo, y cuántos son los que la pasas sola llorando? Sin dudas eso me hizo pensar, pasaron años y no recuerdo a donde íbamos a ir ni que excusa me dio para dejarme plantada, pero recuerdo lo que mamá dijo. No se si ella sabrá cuánto me marco eso que dijo.
Sin querer camine dirigiéndome a la heladería que luego seria recurrente en mi vida. Me senté en una de las hamacas que había afuera, muy características del lugar, y mi celular sonó. Tenía uno y era de las pocas en mi clase; no era nada del otro mundo pero me permitía llamar y mandar mensajes de texto. Todavía se estilaba llamar. Aunque esta vez era un msj de Mariano mi mejor amigo de la secundaria. También estaba en Córdoba de vacaciones pero en un viaje de amigos, en su mensaje me invitaba a ir esa noche a comer algo. Yo no me sentía animada, prefería estar con mis primas así que le dije que no iría. Que gracias y que la pasaran bien. Segundo mensaje esta vez insistiendo. De nuevo un "No, gracias" de mi parte. Tercer msj de él, seguido por una excusa barata mía. Guardo el cel y me pido un helado. Cucurucho obvio, "sambayon arriba chocolate abajo por favor" Me lo preparan como lo pido, agradezco y antes de llegar a saborearlo me suena el celular. Esta vez era un llamado. Salgo a la calle y atiendo a mi amigo. Hablamos un poco, ya estaba oscureciendo, el helado se me derretía. Finalmente me pregunta porqué no voy y le redoblo la apuesta invitándolo a él. No sé como describir la voz que empleó ni esos dos segundos que se tomó antes de responderme, pero aunque tal vez él no lo supiera ese día me manipuló o intento hacerlo diciéndome "Acá hay alguien que dice que tenes que venir vos", y le pasó el teléfono a él. 
- "Hola"
- "Juan?"
- "Dale vení, no me digas que no me queres ver porque no te creo"
- "Pasame con Mariano"
- "Daaale, no te voy a rogar"
Mariano le saca el teléfono, todo ocurre en pocos segundos, pero en el momento no lo parece. Yo respiro, miro a la gente pasar, veo como el sambayon mancha la vereda, huelo el calor en el aire, escucho un bocinazo, y veo a lo lejos a mi mamá caminando hacía mi. Y digo lo que hacia meses quería decir, lo que era necesario.  "Decile a tu amigo que no voy a ir, y que no quiero verlo nunca más en mi vida". Corto la llamada antes de que alguien pueda responder, me siento en una hamaca y finalmente disfruto mi helado.


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